Bishop Elders TeamWeekly Email for Monday, June 12, 2023Submitted by Bishop Tuyen Nguyen
The Missional DNA Radix training reminds me of the natural DNA that I received from my grandfather, who basically devoted his life and his family to do one thing: to bring Good News to people. In Genesis the Lord God said about Abraham: “Abraham will surely become a great and powerful nation, and all nations on earth will be blessed through him. For I have chosen him, so that he will direct his children and his household after him to keep the way of the Lord by doing what is right and just, so that the Lord will bring about for Abraham what he has promised him” (Genesis 18:18-19). I think we all have someone of faith, in the spiritual lineage of Abraham in our life, to influence our missional DNA directly and indirectly for God’s glory and for His kingdom.
In our family, my grandfather and his father were the first believers of Christ after they read a Bible that had been left at their house. My grandfather was a 15-year-old when he and his father walked to a church to profess their faith in the Lord Jesus on Christmas Day of 1924. After getting married, my grandfather went to seminary and began to serve the Lord on the highland of Vietnam. His early mission was staying among the Koho tribe along with Rev. Jackson, an American missionary, to lead them to Christ and to translate the New Testament into the Koho tongue from 1931-1945. They used the alphabet to write down words that they heard. The first document in the Koho language was that New Testament translation. After a year of rest because of malaria, my grandfather continued his calling at many churches in the Mekong Delta. In the earlier years, the family suffered a lot. Out of eight birth children only four survived due to various illnesses and accidents. But the place where he evangelized is now a thriving Koho Christian community. Elders of the church still talk about how the whole tribe became believers when my grandfather shot dead the tiger that preyed on the village.
I stayed with my grandparents off and on for five years when my father was required to join the army in 1961. I learned the Bible from daily evening family worship and listening to grandfather’s sermons. His life motto was “Ask and it will be given to you; seek and you will find; knock and the door will be opened to you” (Matthew 7:7). His favorite sermons were always around the topic of the Holy Spirit at Pentecost, and church revival starting with repentance and life in the Spirit. He also was an avid bee keeper, so he used the way of the bees in his teaching: “You need to repent. Ask the Lord Jesus for forgiveness to clear out your sins then the Holy Spirit will dwell in you. The Holy Spirit is like the bees. Bees do not like stinky places.” I did not have much personal time with him, but before I left Vietnam for the U.S., he sat me down to drink tea with him for the first time, then he prayed for me. I guess that this was his act of approval and sending.
Living a life in God’s way will influence people around us. But this week’s Radix training is focusing on intentional discipleship. LMC is on a good track. It has a rich history of many leaders over the years, and a strong natural missional DNA. Focusing on intentional discipleship will send us into a mission movement that could be unprecedented. I am sure that we love this promise: “Being confident of this, that He who began a good work in you will carry it on to completion until the day of Christ Jesus” (Philippians 1:6).
Tuyen Nguyen on behalf of the Bishop Elders Teamtuyennguyen4mail@gmail.comwww.LMCchurches.org
~~~Equipo de obispos ancianosCorreo electrónico semanal del lunes 12 de junio de 2023Presentado por el obispo Tuyen Nguyen
El entrenamiento Radix ADN Misional me recuerda el ADN natural que recibí de mi abuelo, quien básicamente dedicó su vida y su familia a una sola cosa: llevar la Buena Nueva a la gente. En Génesis, el Señor Dios dijo acerca de Abraham: “Ciertamente Abraham llegará a ser una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la tierra serán bendecidas a través de él. Porque lo he escogido, para que enseñe a sus hijos y a su casa después de él a guardar el camino del Señor, haciendo lo recto y lo justo, para que el Señor cumpla con Abraham lo que le ha prometido” (Génesis 18:18-19). Creo que todos tenemos a alguien de fe, en el linaje espiritual de Abraham en nuestra vida, para influir en nuestro ADN misional directa e indirectamente para la gloria de Dios y Su reino.
En nuestra familia, mi abuelo y su padre fueron los primeros creyentes de Cristo después de leer una Biblia que habían dejado en su casa. Mi abuelo tenía 15 años cuando él y su padre caminaron a una iglesia para profesar su fe en el Señor Jesús el día de Navidad de 1924. Después de casarse, mi abuelo fue al seminario y comenzó a servir al Señor en el altiplano. de vietnam Su primera misión fue permanecer entre la tribu Koho junto con el reverendo Jackson, un misionero estadounidense, para guiarlos a Cristo y traducir el Nuevo Testamento a la lengua Koho entre 1931 y 1945. Usaron el alfabeto para escribir las palabras que escucharon. El primer documento en el idioma Koho fue esa traducción del Nuevo Testamento. Después de un año de descanso a causa de la malaria, mi abuelo continuó con su llamado en muchas iglesias del delta del Mekong. En los primeros años, la familia sufrió mucho. De los ocho hijos nacidos, solo cuatro sobrevivieron debido a diversas enfermedades y accidentes. Pero el lugar donde evangelizó es ahora una próspera comunidad cristiana Koho. Los ancianos de la iglesia todavía hablan de cómo toda la tribu se convirtió en creyente cuando mi abuelo mató a tiros al tigre que acechaba en el pueblo.
Me quedé con mis abuelos de vez en cuando durante cinco años cuando a mi padre se le pidió que se uniera al ejército en 1961. Aprendí la Biblia en el culto familiar vespertino diario y escuchando los sermones de mi abuelo. Su lema de vida era “Pide y se te dará; Busca y encontraras; llamad y se os abrirá la puerta” (Mateo 7:7). Sus sermones favoritos siempre giraron en torno al tema del Espíritu Santo en Pentecostés y el avivamiento de la iglesia que comienza con el arrepentimiento y la vida en el Espíritu. También era un ávido apicultor, por lo que usó el camino de las abejas en su enseñanza: “Tienes que arrepentirte. Pídele perdón al Señor Jesús para limpiar tus pecados y entonces el Espíritu Santo morará en ti. El Espíritu Santo es como las abejas. A las abejas no les gustan los lugares apestosos”. No tuve mucho tiempo personal con él, pero antes de irme de Vietnam a los EE. UU., me sentó a tomar té con él por primera vez y luego oró por mí. Supongo que este fue su acto de aprobación y envío.
Vivir una vida a la manera de Dios influirá en las personas que nos rodean. Pero el entrenamiento de Radix de esta semana se enfoca en el discipulado intencional. LMC va por buen camino. Tiene una rica historia de muchos líderes a lo largo de los años y un fuerte ADN misional natural. Centrarse en el discipulado intencional nos enviará a un movimiento misionero que podría no tener precedentes. Estoy seguro de que amamos esta promesa: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús” (Filipenses 1:6).